Translate

Los muertos vivientes de Japón. Momias en vida.

El sokushinbutsu. El proceso de la automomificación en vida.

Esta práctica se realizaba en algunos monasterios esotéricos-budistas-taoistas de varios países, desde Mongolia hasta Tailandia pero en Japón fue especialmente importante desde el siglo XV. 
El sokushinbutsu –voz que significa consecución de la budeidad en vida- consistía en un proceso complejo de momificación en vida, practicado durante siglos por los monjes esoterico-budistas (Shugendō) del norte de Japón. Este proceso podía durar 3.000 días, es decir 8 años.
Lago proceso de momificación voluntaria o auto-momificación en vida. 
El proceso podía durar hasta 3.000 mil días, divididos sistemáticamente en 3 periodos de 1.000 dias cada uno. 
La 1ª fase hace foco en la alimentación: los monjes debían someterse a una dieta sumamente estricta con el objeto de reducir al máximo su porcentaje de grasa corporal ya que la grasa, al morir, entra en descomposición rápidamente.

En el 2ª fase de 1000 días, se llevaba a cabo una suerte de envenenamiento voluntario. Tan solo se podía debía ingerir raíces y semillas asi como un té tóxico derivado de un árbol llamado Urushi, que actuaba como un depurativo: provocaba vómitos para que, el cuerpo lentamente fuera deshidratándose. 

En consecuencia la piel se agrietaba, pegándose a los huesos, que ya no tenían casi músculo. Poco a poco, el cuerpo se convertía en un cadáver viviente.
En la 3º etapa, se introducía en una tumba vertical, cuyo su tamaño era solo un poco más grande que su cuerpo. El monje, en posición de loto, debía entonar mantras hasta la muerte a unos tres metros bajo tierra y tiraba de una campana una vez al día en señal de vida. Cuando los compañeros no escucharan el sonido, sabrían que el enterrado habría muerto y se procedía a sellar la tumba.

La práctica está prohibida en Japón pero aún se veneran las momias de los budas incorruptos.

Con esta práctica se pretendía alcanzar la budeidad (algo similar al estado de "Santo" en esta tradición) para contribuir a la reducción del sufrimiento de todos los seres vivos del planeta. La compasión es uno de los pilares del Budismo en general.

El sacrificio personal en beneficio de los demás es un tema recurrente en muchas religiones. Jesucristo, por ejemplo, se sacrificó por la salvación de la humanidad. Visto desde esta perspectiva se puede comprender mejor el valor espiritual de esta compleja práctica esotérico-budista-taoista dentro de su contexto sin intentar juzgarla y con la visión del relativismo cultural. Su sacrificio no deja de ser sorprendente.

Realmente, en la medida en que siguen venerándose todavía en la actualidad, podría hablarse literalmente de los "Muertos vivientes de Sokushinbutsu"guía de muchos devotos de esta tradición estórico-budista-taoista.

Video Automomificación; Momias en vida (7:54 min)


Puedes seguirnos en Antropología económica AEW en Facebook, haciendo click en "Megusta".
Fuentes: